Gozo en la persecusión
- Dr. Carlos Pacheco
- Apr 6, 2015
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No hay mayor gozo para el creyente que ser un instrumento de honra de Su Señor. Gozo por servir a Cristo desde las cosas que lucen más pequeñas, como acomodar sillas en la iglesia, hasta predicar ante un auditorio repleto de personas ansiosas por escuchar la Palabra de Dios. Los discípulos de Cristo en el libro de los Hechos experimentaron gozo hasta en situaciones como persecución y pruebas por causa del Evangelio. Luego de haber recibido azotes, amenazas de muerte y todo tipo de intimidación "ellos, pues, salieron de la presencia del concilio, regocijándose de que hubieran sido tenidos por dignos de padecer afrenta por su Nombre" (Hechos 5:41). Todo esto en lugar de detener el trabajo de ellos, dice Hechos 5:42 que los discípulos "no cesaban de enseñar y predicar a Jesús como el Cristo."
¿Cómo fue esto posible? Según lo registrado en la Biblia los discípulos comprendían que:
El padecimiento por la fe era parte de su llamado. "Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él" Filipenses 1:29
El padecimiento era parte de su identificación con Cristo. "Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia. Acordaos de la palabra que yo os dije: "Un siervo no es mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra. Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.…" Juan 15:19-21
El padecimiento por Cristo resulta en una fe que glorifica a Dios. "En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; a quien sin haber le visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero creéis en El, y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria, obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas." I Pedro 1:6-9
El padecimiento por Cristo era una señal inequívoca de su fe y compromiso con El. "...no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido. Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios." I Pedro 4:12-16
Amados, los creyentes nos encontramos en momentos sumamente difíciles por causa de nuestra fe. Las noticias que escuchamos acerca de hermanos que están siendo perseguidos e inclusive perdiendo la vida por su fidelidad a Cristo siguen en aumento. Los medios de comunicación y las redes sociales continuamente son utilizadas por los enemigos de la fe para ridiculizar y atacar nuestra fe. Las leyes que se desean aprobar en muchas partes del mundo no van de acuerdo a los principios de la Palabra de Dios, buscan silenciar a los siervos del Señor y tratar de detener el avance de la Iglesia. La proliferación de las sectas, del falso evangelio, los falsos profetas y de aquellos que quieren utilizar la fe como medio para lucrarse son la orden del día. Ante un panorama como este los verdaderos seguidores de Jesús siguen hacia adelante y con gozo porque "vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo." ( I Juan 4:4)
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